En las pinturas de la artista inglesa Jenny Saville (Cambridge, 1970) se hace evidente su fascinación por las infinitas posibilidades estéticas y formales que ofrece la materialidad del cuerpo humano. Saville factura una impresión muy sensual y táctil de la superficie del cuerpo en sus monumentales pinturas al óleo. Esto se puede observar en la exposición de sus pinturas y dibujos recientes en la Galería Gagosian de Nueva York, que estará abierta al público hasta el 22 de octubre.
La ampliación de los rasgos faciales de sus seres humanos plasmados en grandes telas y la elaboración en capas y capas de pintura, infunde en sus obras un sentido de la masa y del peso que es casi escultórico y, por momentos, totalmente abstracto. Son muy privativos sus rosados intensos, los rojos y azules que estallan entre los tonos de la piel pálida, revelando mediante el artificio pictórico el funcionamiento interno de la carne y la sangre de un organismo vivo.
Desde que tenemos noción de ella, nos han impresionado sus inmensos rostros de niños abandonados por la vida y esos cuerpos extraños que se muestran más allá de los géneros aceptados por la tradición cultural.
En la actual exposición en la Gagosian, Saville vuelve a esa relación íntima entre la madre y el niño en una serie de dibujos de tamaño natural inspirada en las pinturas de las Madonna con el niño del Renacimiento, como por ejemplo La Virgen y el Niño con Santa Ana y San Juan Bautista de Leonardo da Vinci, una escena muy conocida, pero interpretada con formas que no terminan de “acabarse”, propias de la evanescente época actual.
Es así como en Estudio para arrepentimientos IV (La Virgen y el Niño de Miguel Ángel) (2011), y Componimento inculto (2011), se puede observar una mujer embarazada con un niño pequeño en múltiples impresiones de cada figura, que se dibujan, se borran y se superponen de nuevo para crear estudios de simultaneidad, expresando la relación entre ellos mediante una serie de posturas dinámicas en lugar de las composiciones estáticas de carácter iconográfico de la pintura convencional.
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