La feria de Arte de Bogotá,
ArtBo 2014, que llegó a su primera década de existencia, congregó a 66 galerías de 29 países en su
sección principal, 14 proyectos de artistas curados por el barranquillero José Ignacio
Roca, novedades como el lanzamiento de la sección Referentes y el
fortalecimiento de la muestra Artecámara que reúne a lo mejor de la escena
emergente del arte colombiano.
Entre casi 400 artistas, son
varias las obras importantes de maestros reconocidos nacional e
internacionalmente que pudimos ver en ArtBo. El recorrido por cada uno de los
pabellones a veces fue rápido y otras veces más lento, dependiendo de la
atracción o inquietud que pudieron despertar los trabajos de los artistas. He
seleccionado diez obras de arte de ese recorrido más lento, justo de esas que
obligan a detener la mirada.
1. Los Carpinteros
(Dagoberto Rodríguez Sánchez, Cuba, 1969 y Marco Antonio Castillo Valdés, Cuba,
1971). Clavos Torcidos, 2014. Instalación. Objetos metálicos.
Los Carpinteros magnifican
el objeto común y corriente dándole otra significación. Unos ordinarios clavos
torcidos y oxidados corren con la suerte de ser desechados como cosas
estropeadas e inservibles, pero aparece el arte y se convierten para Los
Carpinteros en entidades estéticas que al ser engrandecidas cobran valor como
objetos artísticos que crean su propio espacio instaurativo.
2. Bobby Walsh. Shirt II. (Composición en rojo y azul). 2014. Objeto.
Walsh realiza un proceso de deconstrucción estética sobre un objeto de uso masivo. El artista logra visualizar en la camisa una composición en rojo y azul, similar a las que trabajaron en el pasado muchos artistas del arte abstracto y se da a la tarea, con gran minuciosidad, de cortar y retirar la tela dejando solo los hilos de color, liberando la trama geométrica pero conservando la forma fantasmal de la camisa.
3. Voluspa Jarpa. “Translation Lessons”, 2012-2014. Procesual. Fotografías, cajas de luz.
Esta artista chilena contrata a un profesor de inglés para que le ayude a leer este idioma y así poder comprender varios archivos desclasificados de la CIA norteamericana. Voluspa manipula los textos, los entreteje, los ordena de una u otra manera para ver si es posible sacar a la luz siquiera algunas verdades sobre criminales sucesos políticos ocurridos en su país natal.
4. José́ Olano. Insomnio. 2014. Instalación.
José Olano, de Cartagena, asimila las herencias conceptuales de las actitudes que devienen forma y utiliza los pocos elementos del cuarto del artista y los instala en el espacio, solo sostenidos por delgadas vigas de madera. El peso de los objetos, el empuje de los maderos y la resistencia de paredes y techo crean un equilibrio precario y generan unas presiones y tensiones solo equiparables a las producidas por una pesada noche de vigilia sin poder conciliar el sueño.
5. Delcy Morelos. Agua salada organizada, 2014. Instalación.
El cuerpo es el que recibe los embates de la represión política. Morelos se niega a mostrar las apariencias y se concentra en el cuerpo interno, cuerpo orgánico con sus fluidos y viscosidades contenidas o derramadas, como las sustancias densas y pigmentadas que utiliza la artista cordobesa para revestir una y otra vez fiques y cáñamos, logrando una minimalista e inquietante representación de las formas.
6. Graciela Sacco. De la serie Tensión admisible. Retrato.
2011-2013.
La artista proyecta sobre la pared miradas de personas del común, de las
masas angustiadas o desconsoladas por frustraciones sociopolíticas. En la
oscuridad nada se revela. Sólo cuando la luz ilumina los cuchillos es cuando afloran
los ojos que han sido previamente fotoserigrafiados sobre la hoja de metal, todo
lo contrario a las luces que usaron los torturadores para cegar las miradas de
las víctimas de la dictadura.
7. Henrique Oliveira. Meiose. Objeto.
Este artista brasilero recupera las maderas contrachapadas que se
utilizan en las vallas de las construcciones de Sao Paulo para desarrollar sus
instalaciones y objetos transfigurados. Meiose alude a una reproducción celular
incontrolada, especie de orgánico fibroma que crece desordenadamente negando las
formas rígidas y geométricas a que ha sido sometida la madera del mueble de
estilo.
8. Edwin Monsalve. Sala de rehabilitación. 2014. Instalación.
Partiendo de las relaciones del arte con la ciencia y la naturaleza,
Monsalve recupera un árbol enfermo que fue talado para en su lugar levantar una
construcción. El artista lo somete a los mismos cuidados que haría un
ortopedista con su paciente. Le aplica unos “tutores externos” (aparato
ortopédico de rehabilitación) y otras asistencias para mantenerlo vivo y que pueda
regenerarse, para luego ser trasplantado a otro lugar.
9. Daniel Acosta. Sistema Tectónico Integrado, 2014. Instalación relacional.
Moviéndose entre los campos de la escultura y la arquitectura, Acosta
crea una instalación de varios círculos y niveles integrados excitando la
oposición arriba-abajo. Al infundirle la función de muebles para sentarse, el
público sustrae a la obra del campo de lo meramente objetual y convierte la
instalación en un espacio de comunicación, activando su sentido más importante en
torno a lo estético relacional.
10. Javier González. Recorridos, 2013. Óleo sobre lienzo.
Con el mismo tiempo y paciencia que pudiera tener un usuario del transporte público en Bogotá en medio de un embotellamiento, Gonzáles lleva a la pintura la imagen que encuentra repetida en muchos buses, producto del afán de dejar una huella o acaso del aburrimiento e impotencia que padecen los ciudadanos condenados a una mala planificación y desorden de los sistemas de movilidad urbana.
Con el mismo tiempo y paciencia que pudiera tener un usuario del transporte público en Bogotá en medio de un embotellamiento, Gonzáles lleva a la pintura la imagen que encuentra repetida en muchos buses, producto del afán de dejar una huella o acaso del aburrimiento e impotencia que padecen los ciudadanos condenados a una mala planificación y desorden de los sistemas de movilidad urbana.
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