En una de las obras de la artista Rivane Neuenschwander, que se exponen actualmente en el Miami Art Museum, usted puede elegir entre miles de cintas de colores que están impresas con los deseos de miles de brasileros pobres y reemplazar uno de esos deseos con un deseo suyo, de tal manera que usted contribuye a convertir una aspiración privada en una responsabilidad colectiva. Se trata de un arte de participación titulado I wish your wish (2003), basado en una práctica habitual de peregrinos de la Iglesia de Nosso Senhor do Bonfim en Salvador de Bahía, en la que los fieles se atan cintas de tela a las muñecas y piden un deseo, con la creencia que su deseo se cumple cuando las cintas se desgastan y se caen.
Esta y otras obras hacen parte de la exposición Rivane Neuenschwander: A Day Like Any Other, en la que el público puede analizar diez años de prácticas artísticas de Rivane Neuenschwander (Belo Horizonte, Brasil, 1967) a través de la pintura, la fotografía, el cine, la escultura, las instalaciones y las acciones participativas.
Se trata de la producción de la primera etapa de la carrera de Neuenschwander, que se caracterizó por su rigor conceptual, su atractivo sensorial y la pretendida búsqueda de evocaciones poéticas y de interacción con el espectador.
Con esta muestra, que se puede ver hasta el 16 de octubre, podemos llegar a comprender por qué Neuenschwander se reconoce como una de las figuras con mayor reputación internacional del arte contemporáneo brasileño. Así mismo, como ella se inspira para sus temas en la naturaleza, el transcurso del tiempo, los ciclos de la vida, los misterios de la percepción y de las relaciones humanas.
Sus obras, de carácter siempre participativo y con un toque juguetón y sensual, nos impulsan a reflexionar sobre las difusas fronteras entre artista, obra y espectador, ya que muchas de las piezas de la brasileña son resultado de la colaboración de grupos de personas tan variados como los músicos, los clientes de bares o los propios visitantes de sus exposiciones. De esta manera, ella continúa con la tradición de borrar la distinción entre el creador y el espectador moderno desarrollada por artistas brasileños, como Lygia Clark y Hélio Oiticica.
También usted podrá admirar las obras: Rain Rains (2002), una instalación con un gran número de baldes suspendidos del techo para crear un ambiente de lluvia artificial; First Love (2010), donde los visitantes describen su "primer amor" a un dibujante de retratos de sospechosos de la policía y The Conversation, basado en la película homónima de Coppola de 1974, filme visionario que explora las violaciones de la intimidad y la privacidad a través de la tecnología.
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