Hasta el 18 de septiembre estará abierta al público en el Museo Reina Sofía de Madrid una completa retrospectiva sobre la obra de la artista japonesa Yayoi Kusama (Matsumoto 1929), que muchos estudiosos consideran como la artista más prestigiosa de Japón.
La exposición, con la curaduría de Frances Morris, de la Tate Modern de Londres, pretende mostrar la amplitud y la profundidad de la producción de Kusama, resaltando las etapas creativas más importantes de la artista a través de un conjunto de 150 piezas. Después de España, la muestra recorrerá algunos de los principales centros de arte del mundo: Centre Pompidou de París, Tate Modern de Londres y el Whitney Museum de Nueva York.
En esta retrospectiva, el espectador puede tener una visión global de las seis décadas de creación de la artista y puede recorrer, a través de una serie de ambientes, la obra de Kusama y su acercamiento a los diferentes medios, técnicas y materiales: dibujo, pintura, collages y assemblages, escultura, instalaciones, películas y performances, edición y diseño.
Kusama desempeña un papel trascendental en el arte de posguerra desde una posición excéntrica. De un lado se aproxima al pop, al nuevo realismo y al feminismo en sus instalaciones y faceta pública; de otro, su empleo de la repetición, de lo monocromo y de la retícula tienen que ver a la vez con la obsesión y la enfermedad mental. Esta exposición muestra a Kusama como una artista irreductible y esencial en las nuevas narrativas globales del arte contemporáneo.
Es muy relevante en su carrera su traslado a Estados Unidos en 1957, donde Kusama comenzó a exhibir grandes pinturas, esculturas blandas e instalaciones medioambientales en toda la década de 1960, alcanzando gran proyección y exhibiendo sus obras junto a sus amigos Claes Oldenburg, Andy Warhol, Jasper Johns y Donald Judd.
El desarrollo de una fuerte conciencia social le permitió vincularse con los movimientos contraculturales del momento, especialmente con el hippie, realizando numerosos acontecimientos –conocidos como Kusama Happening- y participando en festivales de pintura corporal, desfiles y manifestaciones contra la guerra de Vietnam. En una de sus obras audiovisuales, Self-Obliteration (1968), la pintura se transforma en elemento que empapa el espacio para estallar en verdaderas celebraciones del cuerpo y de la libertad sexual.
Más allá de la concentración en el aspecto patológico y terapéutico del arte, esta exposición pretende reflejar la profundidad de su trayectoria así como su contemporaneidad, mostrando también recientes instalaciones, como I´m Here, but Nothing (2000), y otras concebidas para la ocasión, como Infinity Mirrored Room – Filled with the Brilliance of Life (2011). “Si no hubiese hecho arte, me hubiera suicidado hace mucho tiempo” sentenció la artista.
Hace algún tiempo seguimos su blog, creo que descargamos y estudiamos casi todo lo que el contiene y a partir de él buena parte del arte contemporáneo que desconocíamos. Sobre el arte chino actual, aunque pueda resultarle curioso que para dos cubanos lo mas interesante de este país apenas sea conocido...Esencialmente queremos agradecerle por su blog, igual no gustaría intercambiar experiencias...Recién trabajamos en un blog Lagarita6668.blogspot.com, un poco intentando dar a conocer nuestras indagaciones en la realidad desde el arte. Trabajamos las artes visuales desde los 80 pero solo ahora comenzamos en el mundo virtual y aun no terminamos de colocar todo el trabajo que deseamos en el blog...saludos y nuevamente gracias. Pedro y Alexander
ResponderEliminarGracias por seguir este blog de Arte Actual. Les deseo muchos éxitos en su incursión en los mundos virtuales. Aunque es un mundo paralelo, lo virtual muchas veces nos hace apreciar mejor ciertas realidades... la prácticas artísticas contemporáneas, por ejemplo.
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