domingo, 25 de septiembre de 2011

La pertinaz fascinación de pintar el cuerpo

En las pinturas de la artista inglesa Jenny Saville (Cambridge, 1970) se hace evidente su fascinación por las infinitas posibilidades estéticas y formales que ofrece la materialidad del cuerpo humano. Saville factura una impresión muy sensual y táctil de la superficie del cuerpo en sus monumentales pinturas al óleo. Esto se puede observar en la exposición de sus pinturas y dibujos recientes en la Galería Gagosian de Nueva York, que estará abierta al público hasta el 22 de octubre.

La ampliación de los rasgos faciales de sus seres humanos plasmados en grandes telas y la elaboración en capas y capas de pintura, infunde en sus obras un sentido de la masa y del peso que es casi escultórico y, por momentos, totalmente abstracto. Son muy privativos sus rosados ​​intensos, los rojos y azules que estallan entre los tonos de la piel pálida, revelando mediante el artificio  pictórico el funcionamiento interno de la carne y la sangre de un organismo vivo.
Desde que tenemos noción de ella, nos han impresionado sus inmensos rostros de niños abandonados por la vida y esos cuerpos extraños que se muestran más allá de los géneros aceptados por la tradición cultural.  
En la actual exposición en la Gagosian, Saville vuelve a esa relación íntima entre la madre y el niño en una serie de dibujos de tamaño natural inspirada en las pinturas de las Madonna con el niño del Renacimiento, como por ejemplo La Virgen y el Niño con Santa Ana y San Juan Bautista de Leonardo da Vinci,  una escena muy conocida, pero interpretada con formas que no terminan de “acabarse”, propias de la evanescente época actual.
Es así como en Estudio para arrepentimientos IV (La Virgen y el Niño de Miguel Ángel) (2011), y Componimento inculto (2011), se puede observar una mujer embarazada con un niño pequeño en múltiples impresiones de cada figura, que se dibujan, se borran y se superponen de nuevo para crear estudios de simultaneidad, expresando la relación entre ellos mediante una serie de posturas dinámicas en lugar de las composiciones estáticas de carácter iconográfico de la pintura convencional.


domingo, 18 de septiembre de 2011

Las connotaciones socio-políticas del Arte Actual

En el Encuentro internacional de Arte de Medellín MDE 11 me llamó la atención el trabajo de la artista argentina Adriana Bustos (Bahía Blanca, Argentina, 1965)  conformado por mapas, dibujos, videos y fotografías, con los cuales  establece una analogía entre las rutas de las “mulas” del narcotráfico actual y las rutas del tráfico de mulas en la época de la Colonia en Suramérica. Estas obras pertenecen al gran proyecto Antropología de la mula, el cual también se puede ver desde ayer en la 12 ª Bienal de Estambul.
La serie de dibujos a gran formato identificados como Las Rutas son el resultado de las entrevistas realizadas a mujeres que están cumpliendo condena por delitos relacionados con el narcotráfico en la penitenciaría de Bouwer, en la ciudad de Córdoba, Argentina. De manera semejante a las "mulas" humanas que transportan grandes cantidades de cocaína en cápsulas en el estómago o escondidas en su equipaje, las mulas en la Colonia eran utilizadas para transportar durante largos trayectos los metales preciosos que eran saqueados (de la mina de Potosí, por ejemplo) por los invasores europeos.
Adriana recurre a la cartografía de territorios, las rutas y otros instrumentos de representación para producir imágenes que transmiten las relaciones entre los datos históricos, sociales y económicos investigados. La yuxtaposición de imágenes aparentemente inconexas en el tiempo debe ser entendida como nodos conectados sin jerarquías a niveles heterogéneos, utilizados por la artista como una forma de documentar intensas asimetrías socio-económicas y culturales imperantes en la realidad latinoamericana.
La 12ª Bienal de Estambul explora la rica relación entre arte y política y toma como punto de partida el trabajo del artista cubano-americano Félix González-Torres (1957-1996). Este artista estaba en profunda sintonía con realidades tanto en el plano personal como en el político, prestando una rigurosa atención a los aspectos formales de la producción artística, basada en parte en el post-minimalismo y el conceptualismo y en parte simplemente en la vida cotidiana.
Los curadores Jens Hoffmann (Costa Rica-USA) y Adriano Pedrosa (Brasil) plantean que la 12ª Bienal de Estambul no tiene título porque, parafraseando a González-Torres, el significado siempre está cambiando en el tiempo y el espacio. Y dan la bienvenida a la Bienal en el espíritu de Félix González-Torres, que realmente quería hacer de este mundo un lugar mejor y creía que su arte podría ser un catalizador para el cambio.
En esta Bienal, la artista holandesa, de padres turcos, Eylem Aladoğan (Tiel, 1974) presenta una instalación titulada Listen to your soul, my blood is singing iron triggers that could be released,  integrada por culatas y cañones de fusil y plumas que toman la forma de alas, sugiriendo los miedos al cambio, que como amenaza permanente interna deben ser combatidos con el fin de encontrar una realización existencial.
Por su lado, la colombiana Milena Bonilla (Bogotá, 1975) siguiendo con sus proyectos sobre Karl Marx, visita la tumba del importante filósofo alemán en el cementerio Highgate de Londres donde se inhumó su cadáver en 1883. Allí, elabora un video y un frottage de la lápida fúnebre, donde curiosamente se declara que Marx ya no está enterrado ahí sino en otro lugar cercano.
La obra Imemorial de la artista brasilera Rosângela Rennó (Belo Horizonte, 1962) se hizo en 1994, con base en las fotos de los archivos antiguos de Novacap, la empresa constructora del gobierno que construyó Brasilia, la nueva capital. De allí Rennó obtuvo aproximadamente 60 retratos de los trabajadores que murieron durante la construcción de Brasilia. Revelar estas imágenes de los trabajadores es el aporte a la memoria olvidada del pueblo, un comentario sobre el precio incalculable pagado en vidas humanas, para la realización del sueño modernista de la presidencia de Juscelino Kubitschek de una ciudad diseñada para el futuro.

viernes, 9 de septiembre de 2011

¿Qué nos puede enseñar el Arte Actual o qué estamos dispuestos a ver?

Justo hace una semana veía, junto a otros curadores y artistas, como los rostros de Álvaro Uribe y Raúl Reyes se encontraban grabados en medio de la pregunta ¿Cómo puede superarse el estado de negligencia? en una tela de 10 metros de largo colgada en la fachada del Museo de Antioquia, en pleno centro de Medellín. Muy cerca, también se veían Piedad Córdoba y María Cano.
Esa inmensa xilografía fue desarrollada por el artista alemán Thomas Kilpper (Stuttgart, 1956) como resultado de su intervención en el piso de madera del foso de la orquesta del Teatro Pablo Tobón Uribe. En ese lugar, durante muchos días, el artista tuvo un prolongado encuentro con muchas personas y de ese diálogo sobre la historia, la política y la memoria colectiva de la región surgió la obra que es un relato sobre acontecimientos histórico-culturales, pero esta vez no contados por los historiadores “oficiales”, sino por los que han vivenciado los hechos y épocas. La obra se complejiza por sus múltiples elementos resolutivos, pero esencialmente “da voz a los excluidos, la misma que logra integrarse a la historia internacional de la resistencia y el trabajo por la justicia”.
La obra de Kilpper es una de las más atrayentes del Encuentro Internacional de Medellín 2011 (MDE11) que se inauguró la semana pasada. El Encuentro es un proyecto liderado y realizado por el Museo de Antioquia que finaliza a mediados de diciembre, después de una larga y extensa programación en varios sitios de la ciudad de talleres, exposiciones, encuentro con artistas, conferencias, foros, conciertos y otras actividades.
Los curadores Nuria Enguita Mayo (Madrid, 1967), Eva Grinstein (Buenos Aires, 1973), Bill Kelley Jr. (Los Ángeles, EE.UU., 1970) y Conrado Uribe (Medellín, Colombia, 1976) concibieron para el MDE 11 el concepto curatorial Enseñar y aprender. Lugares del conocimiento en el arte, que cubre los ejes de trabajo del Encuentro como son los diferentes modos de construcción y recreación de conocimiento en y desde el arte y el potencial pedagógico de las prácticas colaborativas y comunitarias.
Otra obra muy llamativa es la de Regina José Galindo (Ciudad de Guatemala, 1974), que  presenta el video Punto ciego, registro del performance realizado en Guatemala el año pasado. La artista explora la relación entre obra y público y desarrolla una investigación sobre el comportamiento de un grupo de personas ciegas frente a una pieza de arte contemporáneo: la misma artista que, desnuda, posa como una escultura. Los invidentes ocupan el espacio y entran en contacto con un cuerpo que no ven, que no comprenden, pero que deben reconocer a través de sus otros sentidos. El performance aborda las circunstancias de cómo se percibe la realidad, “nuestra propia realidad”, y cómo nos desenvolvemos a ciegas, obviando al otro, negándonos a ver.
Araya Rasdjarmrearnsook (Trad, Tailandia, 1957) es una artista cuyos trabajos examinan la relación que tenemos con la muerte, partiendo de sus experiencias con la pérdida, el lamento y la muerte en su natal Tailandia. Ella es mundialmente conocida por sus videos donde aparece como profesora en pleno proceso de enseñanza en interacción con personas recientemente fallecidas.
Vimos dos impactantes videos enfrentados; en ambos aparecen estudiantes en escenarios de enseñanza-aprendizaje, pero mientras en el primer video los estudiantes son aldeanos de Tailandia que comentan a su manera la pintura Baile en el Moulin de la Galette de Auguste Renoir, en el segundo los estudiantes son cadáveres en sus respectivas canastillas metálicas. La artista parte de su experiencia como profesora en la Universidad de Chiang y comenta que al ser los estudiantes personas fallecidas se “genera una serie de situaciones en las que la comunicación aparece interrumpida o donde la información transmitida se entrega de una forma poco inteligible”
En este video The Class II podrás observar a la artista dictando una clase a unos “estudiantes” conseguidos  en un depósito de cadáveres.
Oswaldo Maciá (Cartagena, Colombia ,1960) exhibe su trabajo Escenario para tres circunstancias: A, B, C, conformado por un prisma rectangular fragmentado en 7 partes dispersados en un escenario, de tal forma que el visitante puede transitar en medio de ellos. Estos objetos escultóricos son bañados por un paisaje sonoro de repeticiones y silencios realizado por el músico Saul Giner. La mente del espectador debe fusionar los dos sentidos (visual y auditivo) para desarrollar una nueva percepción, propicia para cuestionar nuestro conocimiento,  releer, borrar o redibujar lo percibido. Oswaldo Maciá afirma que "es imperativo el ejercicio de re-pensar las relaciones entre los sentidos para obtener nuevas lecturas, sobre todo lo que creemos saber, entender, conocer antes de que se conviertan en dogma”.
Suzanne Lacy (U.S.A., 1945) ya había realizado el proyecto La piel de la memoria en el barrio Antioquia de Medellín en 1999, en compañía de la doctora en antropología Pilar Riaño. La artista logró unir fuerzas de activistas de derechos humanos, miembros de la comunidad, organizaciones, artistas e intelectuales para producir un trabajo complejo que contribuyó a incluir en la agenda social temas como la construcción de una sociedad civil y la exploración del arte público como un elemento que logra apoyar el cambio político.
En el Encuentro pudimos ver una instalación con materiales contextuales y de archivo y un estante con objetos y textos recopilados en esa época. Objetos evocativos, que están cargados de las temibles experiencias de sus dueños. Varios videos también dan cuenta de las actividades desarrolladas. Además de la instalación, pudimos escuchar también, en una reunión programada al día siguiente de la inauguración, a varias personas que participaron en el proyecto relatando sus experiencias y haciendo un balance, 12 años después, sobre lo ocurrido y como está la situación actual de Medellín sobre la violencia, el trabajo de la memoria, el arte público y la construcción de sociedad civil.
El MDE 11 proyecta hacer de Medellín uno de los centros con presencia permanente en el contexto internacional del arte, promoviendo la producción, circulación y apropiación de las prácticas artísticas contemporáneas.  El  Encuentro ha previsto unas estrategias que “operan como una estructura horizontal de relación, con la cual se activan y replantean diversas formas de comunicación entre las prácticas artísticas y la ciudad”.
En el siguiente video puedes escuchar a la directora del Museo de Antioquia Ana Piedad Jaramillo explicando otros objetivos del MDE 11. Baja la programación completa del MDE 11.